Desde nuestro punto de encuentro habitual en la puerta del museo de artes y costumbres, nos encaminamos como una antigua caravana de la ruta de las especias a los prados de su fachada posterior. Todos llevando sus bartulos, charlando animadamente con el contento en los rostros y los andares que resulta del encuentro de personas de bien en un espacio al aire libre y con la perspectiva de una tarde de práctica de yoga.
Durante una hora y media pudimos estirarnos, respirar y practicar la atención consciente. Mayores y pequeños participando y experimentando juntos.
En esta ocasión disfrutamos de la presencia de un montón de niños. Da gusto y es todo un privilegio ver a familias enteras gozando de una agradable y soleada tarde yóguica en un entorno tan magnífico como es el parque de María Luisa.
Toda una experiencia a la que te invitamos a sumarte en futuros encuentros.
Eres Bienvenido.