


Parece muy físico lo que estamos haciendo, pero no lo es. Es únicamente despertarse. Cuando decís que habéis estado trabajando con vuestras piernas, no habéis estado trabajando con vuestras piernas. Habéis estado trabajando únicamente en la capacidad estar despiertos. O pongamos que habéis estado trabajando en vuestra pelvis. Yo oí esto en la clase del otro día: “desde el trabajo que hicimos en la pelvis me puedo sentar mejor”. No estuvisteis trabajando en la pelvis. Trabajasteis en estar mas despiertos para las posibilidades que tenéis. ¿Tiene sentido esto para vosotros? No estais trabajando en vuestro cuerpo. Estáis trabajando solamente en estar más despiertos. Y a medida que esteis más despiertos, notareis cómo y dónde hacéis cosas absurdas. Sin sentido. Y gradualmente podéis pasar de ese “sinsentido” al “sentido”.
Al sentarnos, por ejemplo, tenemos esas maravillosas articulaciones de la cadera. Esta articulación tiene un hueso circular y una cacerola. Y el hueso entra en esa cacerola y puede moverse en cualquier dirección: hacia arriba, hacia abajo, hacia adentro, hacia afuera, cualquiera. Ahora bien, hay algunos ligamentos en esa zona que conectan unos huesos con otros. Estos ligamentos pueden estar tensos, pueden estar reteniendo. Y hay músculos. Estos músculos están allí para ser elásticos, para darse. Y también para sostener en momentos de peligro. Pero demasiada gente se comporta todo el tiempo como si estuviera en peligro. Retienen los músculos con tanta fuerza que ningún movimiento es posible. Cuando nos sentamos debemos seguir siendo movibles. Esto significa que tenemos que despertarnos en todos aquellos tejidos que tienen que ver con permitir esta movilidad. Mientras no estemos despiertos en nuestros tejidos no podemos ser móviles. Cuando os despertéis más en ellos descubriréis todas sus posibilidades.
Así que, si me permitís decirlo, este es un trabajo muy espiritual. Tiene que ver con despertar, llenando de espíritu hasta la última molécula. Despierta. Porque el espíritu reside en todas partes en nosotros, en todas partes.
Del libro despertando. Edit. La liebre de marzo
Autor Charlotte Selver
Enlaces de interés: